martes, 30 de diciembre de 2014

·Champignones rellenos con Pesto Genovés·

·La cuchara del día·


¡Y publico mi 1ª receta en mi Blog!

Fácil, simple, económico y exquisito, esta receta es todo eso y un SOS para esos días en que no tenemos nada preparado pero sí algunos materiales en el refrigerador para hacer maravillas.

Tenía mucha hambre, ganas de comer algo rico, bien gourmet (muy mi estilo) y no mucho tiempo del cual disponer para la cocina, así que miré en el refri qué había y mi imaginación empezó a mover sus engranajes...

Tengo 1 bandeja de champignones, 1 matita de albahaca, el maravilloso aciete de oliva Deleyda que distribuye y comercializa Katty Stengel a través de su emprendimiento Emporio & Bazar, 1 coliflor y cebolla picada que había quedado de un pebre para el asado del 25 de Diciembre en mi casa con mi familia.

Lo primero que hice fue limpiar la coliflor, cortarla en ramilletes y ponerla a hervir en agua fría suficiente para cubrirla.

Limpié todos los champiñones (dicen que deben limpiarse en seco con un paño limpio, ¡pero a mi siempre me resulta más fácil lavarlos con agua filtrada!), los ahuequé (sorprendentemente simple de hacer, solo quiebras el tallo y ya está hecho) y los puse en una bandeja aceitada con aceite de coco orgánico. Reservé.

Mientras, puse las hojas de albahaca, previamente lavadas, y 1 diente de ajo en un poco de agua fría hasta que soltaran un hervor. Llevé las hojas y el ajo a la minipymer y agregué 1/2 taza de aceite de oliva (depende de la cantidad de albahaca de la mata, si es una buena mata incluso puedes usar 1 taza) y comencé a licuar todo. Originalmente el Pesto Genovés va con nueces, pero en vista de que en AIP los frutos secos están restringidos, decidí no incluirlas ¡y queda delicioso igual! 

Al estar listo el "Pesto Genovés AIP", rellené los champignones con él, bastante generosamente, y llevé a horno, previamente recalentado, a 160º C por 1/4 de hora.





Tomé la cebolla que había sobrado del pebre y la puse a saltear en un sartén con un poco de aceite de coco orgánico.

La coliflor para este entonces ya esta tierna (comprueba con un mondadientes, si se inserta y sale fácilmente cuando pinchas la coliflor es porque ¡ya estamos listos!) y me dispuse a aplastarla lo que más pude con una cuchara aplanadora con hoyitos, de esas clásicas para hacer puré. Luego de estar ya avanzada la molienda comencé a usar la minipymer en la misma olla donde ya tenía la coliflor colada y seca. Cuando ya estaba formado un puré con buena consistencia seguí las instrucciones de http://nutricion-bioactiva.blogspot.com para hacer el puré de coliflor, pero en mi versión no añado agua (me parece que queda un poco aguado y prefiero que tenga más consistencia, ¡vean Uds. en qué punto les gusta!), añado 2 cucharadas soperas de aceite de oliva, 1/4 cucharadita de nuez moscada, NO añado pimienta (es demasiado irritante para mi intestino y restringida en la AIP puesto que solo se toleran aliños de hoja), añado sal de mar a gusto (en este caso utilicé una sal de mar ahumada que le regaló mi cuñada a mi mamá, ¡absolutamente deliciosa!) y, como tenía perejil picado que había quedado sobrante del asado, lo añadí así como una cucharada sopera de la cebolla que estaba salteando en el sartén, al mismo tiempo. Mezclé todo hasta que quedara bien integrado y homogéneo y reservé.





Cuando la cebolla ya estaba lista, amortiguada y con un color dorado, le añadí 1 cucharada sopera de azúcar de coco (la compré en Pagano y Vegano, en el centro de CCP) para caramelizarla. Unos segundos revolviendo y ya estaba lista. 





Poco le faltaban a los champignones para salir así que comencé a calentar un poco el puré y serví todo en los platos. Solo estábamos mi mamá y yo, así que puedo decir que esta receta hace 2 porciones de muy buen tamaño, lo justo y necesario para no quedar con hambre, satisfacernos bien y de buena calidad, sin dejarnos demasiado satisfechos para no desplomarnos a la siesta después de almuerzo y seguir activos en lo mismo que estábamos haciendo. ¡¿Qué mejor?!

Y voilà:



Un plato exquisito, simple y rápido, ¡con las sobras de un asado familiar! jajaja


Espero que la disfruten y me comenten qué tal les pareció y si la hicieron ¡pues cómo les quedó!


·Querer · Decidir · Empoderarse·

·La cuchara del día·


Déjenme contarles un poco a cerca de mi. Soy una chica de 28 años que estuvo sufriendo por 10 de ellos. Sí, leyeron bien, llevo 10 años sufriendo, ¿de qué? Se preguntarán, pues bien, partamos por el comienzo...

Tenía 18 años y cursaba 4º Medio cuando me fue diagnosticada una terrible enfermedad: "El mal de Chronn". Cuando mi primo Doctor me vio al presentar los primeros síntomas (y mi madre sin saber qué hacer por un lado y yo por el otro sin poder explicar qué me sucedía muy bien) su rostro cambió de expresión y sentí que me estaban lapidando viva. Dejé de ir al colegio, pues la energía no me acompañaba y cada día sufría hasta llegar a llorar en el baño, varias veces. Si no fuera por la decisión unánime en el comité de profesores de dejarme pasar el año y poder graduarme, habría tenido que repetir mi último año escolar. 





¿Tienen una caja de zapatos?, Esas de tamaño normal, ni muy chicas ni tan grandes como para un par de botas. Pues bien, saquen el calzado que tengan guardado en ella e imaginen que está llena de remedios, casi al punto de explotar de llena. Eso tomé yo durante todo ese año. El Doctor fue muy estricto al decirme: "Estás ad portas de esta terrible enfermedad, así que si te quieres sanar y evitar esto de por vida, debes ser estricta con todo, desde tomarte tus remedios como corresponde, hasta modificar tu alimentación, todo al pie de la letra." Y así lo hice. Debo decir que era un desgaste constante en mi casa mi enfermedad, pues todo debía ser cocido, nada de lácteos ni masas, etc. Y vengo de familia italiana...ya se imaginarán. Sin embargo hice tal cual el Doctor me dijo y efectivamente mejoré a comienzos del 2005. Pensarán que aquí ya se termina la historia, que estuve mal, ¡me mejoré y ya! Pero, por mucho que eso me hubiera gustado, no fue lo que pasó, efectivamente me salvé de vivir con el Mal de Chronn por el resto de mi vida, pero de una digestión estítica y dolorosa, pasé a una diarrea crónica con la que he convivido durante 10 años. ¿Se imaginan 10 años de su vida adulta con diarrea? No sólo es doloroso y desagradable, sino un estigma social, una carga de vergüenza, no poder ir a muchos lugares porque siempre debe haber un baño cerca, temer comer cualquier cosa porque te puede empeorar la situación ya asentada e incluso añadir cólicos. Un infierno, tal cual, eso fue lo que yo viví y he vivido en él hasta ahora, esclava de baños, con vergüenza constante por el olor desagradable que uno tiene que aguantar en los baños de casas de amigos, mall, restaurantes, la oficina, etc. por temor a la burla, a que te descubran y hablen de ti, se rían y tantas otras cosas crueles para las que este modo de vida se presta frente a los demás.
Pensé que viviría así por el resto de mis días, igual que mi Nonna, quien vivió con diarrea crónica toda su vida. Así fue como me resigné a mi condición, pues eso era ya, y viví siendo la "enfermiza" de la oficina, por mis múltiples faltas al trabajo y mis ausencias en fiestas y juntas con amigas y amigos. Pensé que no tenía escapatoria, que esto era a lo mejor que podía aspirar en calidad de vida, que por suerte había salido del otro estado, pero que esta cruz había sido el precio que tendría que pagar de por vida. Eso pensé.

Un día, estando en Argentina donde viví 2 años, me habla una de mis grandes amigas a través de nuestro inbox grupal. Ella, ya titulada de Nutricionista hacía un buen y con un emprendimiento llamado "Nutrición Bioactiva", nos invita a participar de su taller: "Desafío Bikini" que contemplaba una desintoxicación completa del organismo. Me llamó la atención, pero me encontraba en Argentina y no viajaría hasta cerca de Navidad de vuelta a Chile. Ella me dijo que en Enero haría otro, por lo que podría asistir a ese. Quedamos en eso hasta que llegué a Chile, nos juntamos todas las amigas a ponernos al día y, recordándome mi amiga, me inscribí al taller que dictaba.




El primer día en que fui a su consulta para rellenar toda la larga encuesta de datos personales, enfermedades mías y de mis parientes hasta cuestiones anímicas inclusive, fue el primer día de mi nueva vida. Realicé todo el taller (en el que me fui derecho por el WC, debo decir) y mi amiga me dijo que mi intestino estaba muy dañado, tanto por mis antecedentes como los síntomas con los que convivía hasta ese instante en mi vida diaria. Me dijo que LA DIARREA NO ES "NORMAL" NI MUCHO MENOS EL MEJOR ESTADO EN EL QUE PUEDES ESTAR", algo a lo que yo ya hacía tiempo me había resignado. Me habló de un régimen alimenticio que en Chile aún no se practicaba y era algo relativamente nuevo en esta parte del mundo, que ya los europeos llevaban su buen integrándolo en el tratamiento de pacientes bajo estas mismas enfermedades que yo poseía. Sí, leyeron bien, "enfermedades", no solo padecí el Mal de Chronn durante un tiempo y que me dejó secuelas considerables en mi intestino, sino que convivía desde casi el mismo tiempo hasta 10 años, con el Acné severo a raíz de los famosos ovarios poliquísticos, para los que ni siquiera el potente "Roachnetán" fue un impedimento, pues su tratamiento fue ineficaz absolutamente, teniendo que someterme a la eterna "píldora" Diane 35, muy cuestionada por los casos de Trombosis que se habían ventilado últimamente en aquella época. Pero ahí no terminamos, también por el mismo tiempo, se me declaró una enfermedad para la cual el mismo Doctor me había dicho que me resignara a vivir con ella, pues ni me podía medicar por estar en "tierra de nadie" ni podía mejorar los molestos síntomas de su padecimiento. La "Tiroiditis de Hashimoto" fue otra cruz con la que debía caminar el resto de mi vida, sin esperanzas de ninguna clase, pues el Doctor me había dicho que en algún momento llegaría a ser Hipotiroídea, pero que por el momento debía aceptar los síntomas de Hipo e Hiper, que se turnaban como si estuvieran en una especie de batalla, en mi interior.





Hasta esa primera consulta con mi amiga Nutri yo llevaba una ¡vida de mierda!, y es que no se le puede llamar de otra manera. No sólo cargaba con la cruz de mi pésima digestión, sino que con otras dos enfermedades autoinmunes que nada de piedad tenían conmigo. Y así viví 10 años conviviendo con ellas en mi cuerpo y mente, vale la pena decir.





Daniela Enriquez, mi amiga Nutri, me dijo que todas esas enfermedades autoinmunes tenían por objeto hacerme ver cómo yo misma me había atacado por tanto tiempo en mi vida. Ya mi propio cuerpo respondía violentamente contra mí. Había perdido el respeto a mis instrucciones y me daba guerra día tras día, enfadado, destruido, adolorido y resentido. Mi amiga me hizo ver lo mal que yo había tratado a mi cuerpo durante los últimos 10 años de vida y cómo ese resentimiento que llevaba dentro se manifestaba a través de estas 3 enfermedades que cargaba desde ese entonces.





Al terminar el Desafío Bikini, me enseñó un programa de alimentación que tenía mi nombre. Lo había estudiado y conseguido para mi, especialmente, por mi condición. El título era "Protocolo Auto Inmune", en siglas: "A.I.P."




Me explicó que debía seguir una dieta "Paleo" durante 21 días mínimo, de manera estricta, para preparar mi organismo a ser reparado con la AIP, posteriormente. Luego de esos 21 días seguía 1 mes de eliminación de alimentos pendientes para comenzar ya en tierra derecha con la AIP el 17 de Enero de 2015. Sí, así es, estoy en el proceso de Eliminación de la AIP y me siento de maravilla.





- Hace 1 mes que no vivo con Diarrea. (Believe it or not)
- Hace 1 mes que no me enfermo de nada.
- Hace 1 mes que no siento somnolencia y despierto con energía 100% repuesta en la mañana, bien temprano. (No como antes que con suerte abría un ojo a las 11:00 de la mañana)
- Hace 3 semanas que tengo digestión completamente normal. (lloro de emoción mientras escribo)
- Mi cuerpo me pide agua todo el día. (Debo andar con al menos 3 botellas de 500cc al ir a cualquier parte)
- Mi cuerpo se hace sentir cuando algo anda mal al primer instante. (Ya no aguanta nada, como yo antes conductualmente también lo hacía en mi vida, en todo ámbito de cosas)
- Mi piel y cabello han mejorado notablemente. (están más brillosos y tersos)
- Mi panza ya no vive hinchada, como antes que me sentía como globo inflado con helio durante todo el día. (Y sí probé con el famoso yoghurtsito "Activia"....una porquería, leche sin lactosa...ninguna mejora, etc..)
- Mi humor ha cambiado, me siento más alegre, liviana, las penas y rabias ya no me duran tanto, estoy menos "resentida", como así también lo está mi organismo.
- Me siento empoderada y segura de mi decisión y también de muchas otras en mi vida. Me siento orgullosa de querer sanarme.




Por primera vez en mi vida siento que tengo el control de todo lo que me pasa, veo que siempre, SIEMPRE, hay una salida, esperanza y una calidad de vida no solo mejor, sino que "impecable", que no es un sueño gozar de buena salud y que todo radica en esto: "la cuchara del día", qué alimentos decido comer o no, cómo decido cocinarlos o no, cuándo comerlos o no, cuánto comer y cuando parar. 





Todo radicaba en mi elección de alimentación, en mi "cambio de estilo de vida", para lo cual hay que empoderarse, pues las tentaciones son infinitas y el mundo está hecho para que reincidas en el pancito de la once, la tortita de celebración, las galletitas de colación, etc. El mundo no está hecho para gente saludable, sino para gente enferma. El mundo y nuestro sistema en particular nos incita a caer en este círculo vicioso y nosotros mismos le hacemos propaganda para que otros sigan dentro de este sistema. Sigamos enfermos, sigamos iguales.





¿Vieron la película "Búsqueda de la felicidad"? Recuerdan cuando Will Smith le dice a su hijo "que nunca nadie te diga que no puedes hacer algo, los demás te lo dirán porque ellos mismos no pueden hacerlo así que te convencerán de que tú tampoco puedes". Háganle caso a Will Smith, jajaja





Después de tomar mi decisión de cambiar mi vida 360º y empoderarme de tal manera que nada ni nadie se involucrara en mis decisiones, que nadie ni nada me hiciera dar mi brazo a torcer, porque me tientan a diario, a diario me dicen que no sea estricta, a diario me dicen que "sí puedes tomar alcohol, solo que no tanto, pero una piscolita no le hace mal a nadie". Pues para todas esas personas y tentaciones que existen, yo soy un "problema", un desajuste al sistema, una piedra en el zapato, porque les recuerdo lo mal que están ellos mismos pero que no quieren ver ni hacer nada al respecto porque carecen de fuerza de voluntad y de empoderamiento de su vida. Siguen al rebaño y van como corderos al matadero, cayendo en el McDonalds, el pastelito, el alcohol y todo lo que nos rodea que es pura toxina para nuestra salud, tanto física como mental.





"NO DEJES QUE TE BAJEN A LA BASE DEL ESTANQUE, ERES UN PEZ QUE SUBIÓ A OTRO NIVEL Y HARÁN TODO PARA QUE REGRESES CON ELLOS AL SUYO, PORQUE NO CREEN EN SÍ MISMOS PARA ESTAR A ESE NIVEL Y NO CREEN QUE TÚ LO LOGRES"





Y así es como nació este blog, con la intención de compartir mi experiencia y "sacar a flote" a varios peces que siguen nadando en la base del estanque, para que vean que sí se puede, que una magnífica salud sí puede ser real. En este espacio pretendo compartir recetas, datos, lecturas interesantes, miedos, problemas, dificultades, tentaciones y todo ello que me he encontrado, y Uds. también se encontrarán, en el camino del AIP, para que todos juntos podamos seguir "The AIP Way".





P.D.: AIP's que están dando vuelta por ahí: ¡Salgan de una vez que otra vida sí es posible!

Quiero agradecer públicamente a Nutrición Bioactiva · Nutricionista Daniela Enríquez, pues sin ti amiga no habría podido lograr esto, todo te lo debo a ti.